miércoles, 8 de junio de 2011

Little Red Riding Hood

Técnica: Acuarela

viernes, 3 de junio de 2011

La Sirenita



La Sirenita



En el fondo del más azul de los océanos, vivía el Rey del mar. Este tenia 6 hijas bellísimas, pero la mas hermosa de todas era la mas joven, Sirenita la llamaban. Ella era una sirena muy curiosa, lo que mas le gustaba era oír historias del mundo de los humanos.

Espero a tener 16 años para poder tener el consentimiento de subir a la superficie y conocer el mundo de los humanos.



Cuando salio al exterior, era ya de noche y contemplo las estrellas hasta ver un drakkar que navegaba tranquilo con aires de fiesta. Se aproximo a ver su interior y vio al joven más hermoso del mundo, de melena castaña y ojos negros como el azabache. Pero la fiesta se vio interrumpida por una terrible tormenta que hundió el barco. Sirenita pudo rescatar a su príncipe y llevarlo a la costa. Allí espero durante horas hasta que al atardecer escucho que se acercaba alguien y se refugio en el mar. Observo como el príncipe se despertaba y le dedicaba una sonrisa a la muchacha que había acudido a la playa.



La sirena estuvo deprimida durante mucho tiempo. Un día una sirena que vio lo ocurrido le dijo donde vivía y la llevo al reino del príncipe. Paso meses acercándose a la costa para a su príncipe. Al fin se decidió a ir a ver a la bruja de los mares, pues quería ser humana y conseguir un alma inmortal como la de su príncipe y vivir con el para siempre.

Al llegar, la bruja le esperaba y le ofreció un trato

- Te daré un cuerpo humano a cambio de tu voz- dijo maliciosamente.

La sirena no lo dudo y le entrego su voz a cambio de un filtro que le daría un aspecto humano.

- Pero recuerda esto, cada paso que des será doloroso para ti, sufrirás por tener piernas. Y sobretodo, debes conquistar a tu príncipe y que el te entregue su amor. Si no lo consigues, al amanecer siguiente de la boda del chico con otra mujer tú morirás.

La sirena asintió y nado hasta la superficie para tomarse el filtro. Se desmayo del dolor que le produjo su transformación.

Al despertar tenia a su príncipe al lado. Este la llevo a su castillo y la tomo bajo su protección. Realizaron paseos, viajaron a las montañas y asistieron a fiestas, y como la bruja dijo, cada paso que daba era como clavarse mil agujas en sus pies, pero a ella no le importaba porque estaba al lado de su amado.


Un día el príncipe le dijo que la quería, pero el estaba enamorado de la muchacha que le salvo el día de su cumpleaños. “Esa chica era yo” pensó la sirena ya que hablar no podía. El príncipe la abrazo y le dijo que debía casarse por orden de sus padres, pero el no quería. Así que le comento que vería a su prometida y luego le diría a sus padres que no se casaría. Le confeso que si algún día se casaba y no era con su amor, se casaría con ella. La sirena sonrió de alegría.

Llego el día en que debía conocer a su prometida. Cual fue la sorpresa de ambos al ver que era la muchacha de la cual el joven estaba enamorado. La sirena noto como su corazón se rompía en mil pedazos. Iba a morir pronto.


Se celebro una boda por todo lo alto, la pareja rebosaba alegría, la gente gritaba de felicidad y la sirena se moría de tristeza en sus adentros.

Celebraron el banquete a bordo del barco de la princesa. Ya entrada la media noche, la fiesta fue cesando y los recién casados se marcharon a su camarote a descansar. La sirena se asomo al mar, esperando al amanecer. Entonces aparecieron sus hermanas ofreciéndole un cuchillo mágico.

- Hemos dado nuestras melenas a la bruja a cambio de este cuchillo. Si matas al príncipe y te manchas los pies con su sangre antes del alba, te volverás a convertir en sirena y podrás regresar al mar.

Ella lo cojió y se dirigió al camarote de la feliz pareja. Al ver el dulce rostro de su amado no pudo matarlo y arrojo el cuchillo al mar, lo beso en la frente y se tiro al mar mientras el alba despuntaba por el horizonte. Se fue sumergiendo hacia al fondo mientras se convertía en espuma. Entonces noto que ya no se hundía, si no que flotaba en el aria sobre el mar.

- Somos las hijas del aire.- le dijo una dulce voz- somos almas que han sufrido injustamente y a las que nos han dado la oportunidad de realizar buenas obras a cambio de un alma inmortal. Te hemos salvado y ahora podrás ser una hija del aire como nosotras y conseguir un alma inmortal.

La sirena lloro al fin de alegría y se marcho con sus nuevas amigas.

Fin


Esto es solo un resumen de la historia.

Técnica: Acuarela

jueves, 2 de junio de 2011

Pureza

Técnica: Photoshop